Es la evaluación general y detallada de la anatomía del bebe para detectar alteraciones o malformaciones anatómicas y funcionales. Esta ecografía incluye  evaluación doppler de la unidad feto placentaria o de arterias uterinas según edad gestacional y nos sirve para valorar  bienestar fetal, riesgos para preeclampsia o restricción de crecimiento.

Se complementa con estudio en 3D y 4D el cual es de utilidad para  la detección de anomalías fetales, especialmente de la cara y nos permite visualizar al bebe: sus expresiones y movimientos.

Se recomienda entre semana 20 a 32.